
Era un pequeño bebé, cuando con su madre fue,
hacia Australia, hacia Australia.
Pero aquel fue un viaje sin retornar pasaje.
¡Porque aquella tormenta criminal y violenta
se llevó a la madre del bebé!
¡Simplemente!
De recuerdo un brazalete en la mano,
¡con sentimiento, simplemente!
Tuvo tiempo de dejarla en buenas manos,
¡con un lamento, simplemente!
Dejó a Bárbara al cuidado de un hombre que,
¡Simplemente!
la llevó a su casa y la presentó a sus dos hermanos.
¡Tres hermanos!, ¡tres hermanos!
crecerán felices, no conocen el secreto.
¡Tres hermanos!, ¡tres hermanos!
desde ahora simplemente, ellos serán.
¡Felices vivirán!
porque el secreto ellos nunca sabrán.