A orillas del Río Lethe hay un lugar
El jardín de los dioses se extiende al final
Es un paraíso que sólo alcanzarán
Aquellos que son elegidos
Luz distante, reino celestial
La gloria eterna y señal del Rey
La fe que extiende las manos de un dios
Dormirá en el pecho mío
Armaduras de amor,
Brillarán como el sol
Y como un vendaval
Cruzarán la eternidad
Si debemos sufrir y aceptar el dolor
Hágase tu Voluntad
Pero líbranos del Mal
Del Reino…
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