Tiene un gran corazón y comparte con los demás,
cada satisfacción que la vida le quiere dar.
Siempre jugando está con su primo el pequeño Albar
y en su imaginación la batalla va a comenzar.
Ruy se lanza contra el enemigo,
que valiente es como ninguno,
ya le llaman Cid Campeador.
Y así.
Crece, en el viejo, monasterio muy feliz,
sueña, con la gloria, que va pronto a conseguir,
El Cid, el más osado y feliz.
Siente, por Jimena, un cariño sin igual,
quiere, ser guerrero, cuando crezca lo será.
El Cid, el más osado y feliz.
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